De la joya de Trogir a la naturaleza de Krka
Trogir, una ciudad declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Este centro histórico, enclavado en una pequeña isla, es como un museo al aire libre. Sus estrechas calles de piedra te invitan a perderte entre palacios góticos, iglesias románicas y patios escondidos. Antes de partir, asegúrate de visitar la majestuosa Catedral de San Lorenzo y de subir a la cima del Castillo de Camarlengo para disfrutar de las vistas panorámicas del Adriático. Un café en el animado paseo marítimo, conocido como Riva, es la manera perfecta de despedirte de esta joya medieval.
Una vez que dejes atrás Trogir, el camino hacia el Parque Nacional de Krka es de aproximadamente una hora en coche. A medida que avanzas, el paisaje cambia de la costa a un interior más verde y montañoso, preparándote para lo que está por venir. Al llegar al parque, la primera parada obligatoria es la cascada de Skradinski Buk, la más grande y famosa. Un sendero de madera te guía a través de un exuberante bosque, pasando por pequeñas cascadas y lagos de color turquesa. La vista de las enormes cascadas cayendo en múltiples niveles es sencillamente espectacular.
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Trogir - Parque Nacional de KrkaFuente: Google maps
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